jueves, 27 de septiembre de 2012

Retrato - Antonio Machado



Retrato - Antonio Machado


Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.

Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido
—ya conocéis mi torpe aliño indumentario—,
más recibí la flecha que me asignó Cupido,
y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario.

Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.

Adoro la hermosura, y en la moderna estética
corté las viejas rosas del huerto de Ronsard;
mas no amo los afeites de la actual cosmética,
ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.

Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.

¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera
mi verso, como deja el capitán su espada:
famosa por la mano viril que la blandiera,
no por el docto oficio del forjador preciada.

Converso con el hombre que siempre va conmigo
—quien habla solo espera hablar a Dios un día—;
mi soliloquio es plática con ese buen amigo
que me enseñó el secreto de la filantropía.

Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que habito,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.

Y cuando llegue el día del último vïaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.


miércoles, 26 de septiembre de 2012

Luis Cernuda - Donde habite el olvido

Luis Cernuda...

Nace en 1902 en Sevilla. Allí fue alumno de P.Salinas. Partidario de la República, se exilia en 1938. Viaja por G.Bretaña y Estados Unidos y muere en México, en 1963. Soledad, dolor, sensibilidad... son notas características de la personalidad de Cernuda. Su descontento con el mundo y su rebeldía se deben, en gran medida, a su condición de homosexual, a su conciencia de ser un marginado. Admite ser un "inadaptado". Sus principales influencias proceden de autores románticos: Keats, Hölderling, Bécquer... También de los clásicos, en especial de Garcilaso. Hay una voluntad de síntesis muy propia del 27. Su obra se basa en el contraste entre la su anhelo de realización personal (el deseo) y los límites impuestos por el mundo que le rodea (la realidad). Es una poesía de raíz romántica. Los temas más habituales son la soledad, el deseo de un mundo habitable y, sobre todo, el amor (exaltado o insatisfecho). Posee Cernuda un estilo muy personal, alejado de las modas. En sus inicios toca la poesía pura, el clasicismo y el Surrealismo, pero a partir de 1932 inicia un estilo personal, cada vez más sencillo (de una sencillez lúcidamente elaborada), basado en un triple rechazo: -De los ritmos muy marcados (uso fundamental de versículos). -De la rima. -Del lenguaje brillante y lleno de imágenes: desea acercarse al "lenguaje hablado, y el tono colo-quial" (lenguaje coloquial que esconde una profunda elaboración. Desde 1936 Cernuda reúne sus libros bajo un mismo título: La realidad y el deseo, que se va engrosando hasta su versión definitiva, en 1964. Esta obra está formada por varios ciclos:
1)Inicios: poesía pura (Perfil del aire, 1924-27; fue muy mal recibida; D.Alonso declara que aún estaba "inmaduro") y clásica garcilasiana (Égloga, elegía y oda, 1927-28) 2)Surrealismo: Un río, un amor, 1929; Los placeres prohi-bidos, 1931. 3)Su obra capital es Donde habite el olvido (1932-33), con un lengua-je ya propio; es un libro desolado y triste, tremendamente sincero. En esta línea se sitúa Invocaciones a las gracias del mundo (1934-35), que incluye el poema "Soliloquio del farero", sobre el tema de la soledad. Tres temas fundamentales en esta obra: la belleza de los cuerpos masculinos, el destino del artista, la filosofía de la soledad.



Nota: Cuando se le recuerda lo recordamos como Luis Cernuda, él de la mirada triste...


Luis Cernuda- Donde habite el olvido

Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.

Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.

En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.

Allá donde termine ese afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.

Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.

Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido.




poetasandaluces

lunes, 24 de septiembre de 2012

Jorge Luis Borges - El instante...


Jorge Luis Borges - El Instante

¿Dónde estarán los siglos, dónde el sueño
De espadas que los tártaros soñaron,
Dónde los fuertes muros que allanaron,
Dónde el Árbol de Adán y el otro Leño?
El presente está solo. La memoria
Erige el tiempo. Sucesión y engaño
Es la rutina del reloj. El año
No es menos vano que la vana historia.
Entre el alba y la noche hay un abismo
De agonías, de luces, de cuidados;
El rostro que se mira en los gastados
Espejos de la noche no es el mismo.
El hoy fugaz es tenue y es eterno;
Otro Cielo no esperes, ni otro Infierno.





vicentemonera

sábado, 22 de septiembre de 2012

Rafael de León - Penas y alegrías del amor...



Rafael de León - Penas y alegrías del amor

Mira cómo se me pone
la piel cuando te recuerdo.

Por la garganta me sube
un río de sangre fresco
de la herida que atraviesa
de parte a parte mi cuerpo.
Tengo clavos en las manos
y cuchillos en los dedos
y en mi sien una corona
hecha de alfileres negros.

Mira cómo se me pone
la piel ca vez que me acuerdo
que soy un hombre casao
y sin embargo, te quiero.

Entre tu casa y mi casa
hay un muro de silencio,
de ortigas y de chumberas,
de cal, de arena, de viento,
de madreselvas oscuras
y de vidrios en acecho.
Un muro para que nunca
lo pueda saltar el pueblo
que anda rondando la llave
que guarda nuestro secreto.
¡Y yo sé bien que me quieres!
¡Y tú sabes que te quiero!
Y lo sabemos los dos
y nadie puede saberlo.

¡Ay, pena, penita, pena
de nuestro amor en silencio!
¡Ay, qué alegría, alegría,
quererte como te quiero!

Cuando por la noche a solas
me quedo con tu recuerdo
derribaría la pared
que separa nuestro sueño,
rompería con mis manos
de tu cancela los hierros,
con tal de verme a tu vera,
tormento de mis tormentos,
y te estaría besando
hasta quitarte el aliento.
Y luego, qué se me daba
quedarme en tus brazos muerto.

¡Ay, qué alegría y qué pena
quererte como te quiero!

Nuestro amor es agonía,
luto, angustia, llanto, miedo,
muerte, pena, sangre, vida,
luna, rosa, sol y viento.
Es morirse a cada paso
y seguir viviendo luego
con una espada de punta
siempre pendiente del techo.

Salgo de mi casa al campo
sólo con tu pensamiento,
para acariciar a solas
la tela de aquel pañuelo
que se te cayó un domingo
cuando venías del pueblo
y que no te he dicho nunca,
mi vida, que yo lo tengo.
Y lo estrujo entre mis manos
lo mismo que un limón nuevo,
y miro tus iniciales
y las repito en silencio
para que ni el campo sepa
lo que yo te estoy queriendo.

Ayer, en la Plaza Nueva,
?vida, no vuelvas a hacerlo?
te vi besar a mi niño,
a mi niño el más pequeño,
y cómo lo besarías
¡ay, Virgen de los Remedios!
que fue la primera vez
que a mí me distes un beso.
Llegué corriendo a mi casa,
alcé mi niño del suelo
y sin que nadie me viera,
como un ladrón en acecho,
en su cara de amapola
mordió mi boca tu beso.

¡Ay, qué alegría y qué pena
quererte como te quiero!

Mira, pase lo que pase,
aunque se hunda el firmamento,
aunque tu nombre y el mío
lo pisoteen por el suelo,
y aunque la tierra se abra,
y aun cuando lo sepa el pueblo,
y ponga nuestra bandera
de amor a los cuatro vientos,
sígueme queriendo así,
tormento de mis tormentos.

¡Ay, qué alegría y qué pena
quererte como te quiero!




poetasandaluces

viernes, 21 de septiembre de 2012

Gustavo Adolfo Bécquer - Será verdad?...

LXXV ¿Será verdad que cuando toca el sueño con sus dedos de rosa nuestros ojos, de la cárcel que habita huye el espíritu en vuelo presuroso? ¿Será verdad que, huésped de las nieblas, de la brisa nocturna al tenue soplo, alado sube a la región vacía a encontrarse con otros? ¿Y allí desnudo de la humana forma, allí los lazos terrenales rotos, breves horas habita de la idea el mundo silencioso? ¿Y ríe y llora y aborrece y ama y guarda un rastro del dolor y el gozo, semejante al que deja cuando cruza el cielo un meteoro? Yo no sé si ese mundo de visiones vive fuera o va dentro de nosotros. Pero sé que conozco a muchas gentes a quienes no conozco.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Pablo Neruda - Poema 18



Poema 18... Aquí te amo...

Aquí te amo.
En los oscuros pinos se desenreda el viento.
Fosforece la luna sobre las aguas errantes.
Andan días iguales persiguiéndose.

Se desciñe la niebla en danzantes figuras.
Una gaviota de plata se descuelga del ocaso.
A veces una vela. Altas, altas estrellas.

O la cruz negra de un barco.
Solo.
A veces amanezco, y hasta mi alma está húmeda.
Suena, resuena el mar lejano.
Este es un puerto.
Aquí te amo.

Aquí te amo y en vano te oculta el horizonte.
Te estoy amando aún entre estas frías cosas.
A veces van mis besos en esos barcos graves,
que corren por el mar hacia donde no llegan.

Ya me veo olvidado como estas viejas anclas.
Son más tristes los muelles cuando atraca la tarde.
Se fatiga mi vida inútilmente hambrienta.
Amo lo que no tengo. Estás tú tan distante.

Mi hastío forcejea con los lentos crepúsculos.
Pero la noche llega y comienza a cantarme.
La luna hace girar su rodaje de sueño.

Me miran con tus ojos las estrellas más grandes.
Y como yo te amo, los pinos en el viento,
quieren cantar tu nombre con sus hojas de alambre.




jokamadruga

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Gabriel Celaya - Poesía Urgente...



Gabriel Celaya - Poesía Urgente

Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,más se palpita y se sigue más acá de la conciencia,fieramente existiendo, ciegamente afirmando, como un pulso que golpea las tinieblas,cuando se miran de frente: los vertiginosos ojos claros de la muerte, se dicen las verdades: las bárbaras, terribles, amorosas crueldades:
Se dicen los poemas que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo, piden ley para aquello que sienten excesivo.

Con la velocidad del instinto, con el rayo del prodigio, como mágica evidencia, lo real se nos convierte en lo idéntico a sí mismo.

Poesía para el pobre, poesía necesaria como el pan de cada día, como el aire que exigimos trece veces por minuto, para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.

Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan decir que somos quienes somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.

Estamos tocando el fondo.

Maldigo la poesía concebida como un lujo cultural por los neutrales, que lavándose las manos, se desentienden y evaden.

Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.

Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas personales, me ensancho.

Quisiera daros vida, provocar nuevos actos, y calculo por eso con técnica, qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero que trabaja con otros a España en sus aceros.

Tal es mi poesía: Poesía-herramienta a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo con que te apunto al pecho.

No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.

Son palabras que todos repetimos sintiendo como nuestras, y vuelan.
Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: Lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra, son actos.



waxaby

lunes, 17 de septiembre de 2012

Tirso de Molina - Que el clavel y la rosa...



Tirso de Molina - Que el clavel y la rosa

Que el clavel y la rosa,
¿cuál era más hermosa?

El clavel, lindo en color,
y la rosa todo amor;
el jazmín de honesto olor,
la azucena religiosa,
¿Cuál es la más hermosa?

La violeta enamorada,
la retama encaramada,
la madreselva mezclada,
la flor de lino celosa.
¿Cuál es la más hermosa?

Que el clavel y la rosa,
¿cuál era más hermosa?




viernes, 14 de septiembre de 2012

Gian Franco Plagiaro - Un adiós anunciado...



Gian Franco Plagiaro - Un adiós anunciado

Me imagino que cuando todo pase
y pasará, cuando tú y por supuesto yo recordemos sin amarguras sin remordimientos,
con una dulce nostalgia lo que todavía sentimos,
lo que nos hemos propuesto no sentir más,
lo que finalmente dejaremos de sentir,
porque está mal y si está mal causa malestar,
como un dolor de cabeza, como una culpa...
para ti más que para mí, quiero que lo sepas.

En fin, cuando después de todo lo bueno
que nos pueda pasar en este mundo
y tanto tú como yo con nuestras vidas rehechas,
lejos de nuestras vidas nos volvamos a ver, estoy seguro de eso, en una calle cualquiera, en un café, en la parada de un taxi, a la salida de un banco o en un supermercado.

Seguramente nos miraremos sorprendidos,
y no sabremos qué decirnos, si darnos un beso o darnos la mano como dos viejos amigos.
Te preguntaré si tienes tiempo, te invitaré a un bar.
Te diré que estás más linda que nunca, que yo tenía razón, que los años iban a resaltar tu sensualidad y tú me dirás, para no herirme, que no he cambiado tanto.
Y luego me preguntarás por los chicos, por mi esposa, y yo te preguntaré si te has casado, y finalmente antes de despedirnos, con toda la franqueza que siempre me cuestionasté, con toda la sinceridad que nunca te convenció, voy a decirte una vez más, lo que jamás me creíste:

Nunca amé a nadie como a ti, como tú nunca nadie me amó...


Nota: Hoy os dejo con un poema, que en su día en YouTube, un buen amigo, de ese mundo, me dedicó, en forma de vídeo. Es una gran persona de ese otro mundo, donde al igual que en blogger, he hecho verdaderas amistades, y con su compañia, me ayudan en esos días que tenemos menos buenos.

En el mundo de youTube, uno de mis nicks es "losmaresss", lo podéis ver al final del vídeo, (en donde se puede observar la dedicatoria, que en su día me hizo este buen amigo), allí tengo varios canales con diferentes nicks, éste me gusta especialmente por lo que tanto me agrada la mar, quizás porque nací en una isla de África, llamada por aquel entonces, Santa Isabel de Fernando Poo, hoy Malabo, República de la Guinea Ecuatorial, "La perla de África", así se la conoció y conoce.




Osvaldo

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Joaquín Sabina - Contigo



Joaquín Sabina - Contigo

Yo no quiero un amor civilizado
con recibos y escena del sofá,
yo no quiero que viajes al pasado
y vuelvas del mercado con ganas de llorar.

Yo no quiero vecinas con pucheros,
yo no quiero sembrar ni compartir,
yo no quiero catorce de febrero
ni cumpleaños feliz.

Yo no quiero cargar con tus maletas,
yo no quiero que elijas mi champú,
yo no quiero mudarme de planeta,
cortarme la coleta, brindar a tu salud.

Yo no quiero domingos por la tarde,
yo no quiero columpio en el jardin,
lo que yo quiero, corazón cobarde,
es que mueras por mí.

Y morirme contigo si te matas,
y matarme contigo si te mueres,
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren.

Yo no quiero juntar para mañana,
no me pidas llegar a fin de mes,
yo no quiero comerme una manzana
dos veces por semana sin ganas de comer.

Yo no quiero calor de invernadero,
yo no quiero sembrar ni compartir,
yo no quiero París con aguacero
ni Venecia sin ti.

No me esperes a las doce en el juzgado,
no me digas: “volvamos a empezar”;
yo no quiero ni libre ni ocupado,
ni carne ni pecado, ni orgullo ni piedad.

Yo no quiero saber por qué lo hiciste,
yo no quiero contigo ni sin ti,
lo que yo quiero, muchacha de ojos tristes,
es que mueras por mí.

Y morirme contigo si te matas,
y matarme contigo si te mueres,
porque el amor cuando no muere mata,
porque amores que matan nunca mueren...




poetasandaluces

martes, 11 de septiembre de 2012

José Hierro - Las Nubes...

Poema Las Nubes de José Hierro.

Inútilmente interrogas.
Tus ojos miran al cielo.
Buscas detrás de las nubes,
huellas que se llevó el viento.

Buscas las manos calientes,
los rostros de los que fueron,
el círculo donde yerran
tocando sus instrumentos.

Nubes que eran ritmo, canto
sin final y sin comienzo,
campanas de espumas pálidas
volteando su secreto.

Palmas de mármol, criaturas
girando al compás del tiempo,
imitándole la vida
su perpetuo movimiento.

Inútilmente interrogas
desde tus párpados ciegos.
¿Qué haces mirando a las nubes,
José Hierro?

De “Cuanto sé de mí” 1957-1959




Vicente Monera

sábado, 8 de septiembre de 2012

Pablo Neruda - Poema 20

Pablo Neruda - Poema 20

Poema 20... Puedo escribir los versos más tristes está noche...

Puedo escribir los versos más tristes está noche.
Escribir, por ejemplo: «La noche esta estrellada y tiritan, azules, los astros, a lo lejos».

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.




Vicente Monera

viernes, 7 de septiembre de 2012

Rafael de León - Te quiero...

Rafael de León - Te quiero

De por qué te estoy queriendo no me pidas la razón
pues yo mismo no me entiendo con mi propio corazón
al llegar la madrugada, mi canción desesperada
te dará la explicación.

Te quiero vida mía, te quiero noche y día
no he querido nunca así
te quiero con ternura, con miedo, con locura
sólo vivo para ti.

Yo te seré siempre fiel pues para mi quiero en flor
ese clavel de tu piel y de tu amor.

Mi voz igual que un niño te pide con cariño
ven a mi abrázame
porque te quiero,
te quiero, te quiero
te quiero, te quiero, te quiero,
y hasta el fin te querré.

Te quiero con ternura, con miedo, con locura
sólo vivo para ti.

Yo te seré siempre fiel pues para mi quiero en flor
ese clavel de tu piel y de tu amor.

Mi voz igual que un niño te pide con cariño
ven a mi abrázame,
porque te quiero,
te quiero, te quiero,
te quiero, te quiero, te quiero,
y hasta el fin te querré.

La, la, la, la, la, la, la, la, la.

Y hasta el fin te querré.




poetasandaluces

jueves, 6 de septiembre de 2012

Luis Cernuda - Eras instante tan claro...



Eras, instante, tan claro.
Perdidamente te alejas,
dejando erguido al deseo
con sus vagas ansias tercas.

Siento huir bajo el otoño
pálidas aguas sin fuerza,
mientras se olvidan los árboles
de las hojas que desertan.

La llama tuerce su hastío,
sola su viva presencia,
y la lámpara ya duerme
sobre mis ojos en vela.

Cuán lejano todo. Muertas
las rosas que ayer abrieran,
aunque aliente su secreto
por las verdes alamedas.

Bajo tormentas la playa
será soledad de arena
donde el amor yazca en sueños.
La tierra y el mar lo esperan.



vicentemonera

martes, 4 de septiembre de 2012

Jaime Gil de Biedma - No volveré a ser joven



Jaime Gil de Biedma - No volveré a ser joven

Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde ­
como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Dejar huella quería,
y marcharme entre aplausos ­
envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo,
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.



Carlosge

domingo, 2 de septiembre de 2012

Rafael de León - La Profecía...



Rafael de León - La Profecía

«Y me bendijo a mi mare;
y me bendijo a mi mare.
Diez céntimos le di a un pobre
y me bendijo a mi mare.
¡Ay! qué limosna tan chiquita,
qué recompensa tan grande.
¡Qué limosna tan chiquita,
y qué recompensa tan grande!»

¿A dónde vas tan deprisa
sin decirme ni ¡con Dios!?
Me puedes mirar de frente,
que estoy enteraó de todo.
Me lo contaron ayer
las lenguas de doble filo,
que te casasté hace un mes
y me quedé tan tranquilo.
Otro cualquiera en mi caso,
se hubiera echado a llorar.
yo cruzándome de brazos
dije que me daba igual.
Y nada de pegarme un tiro
ni liarme a maldiciones
ni apedrear con suspiros
los vidrios de tus balcones.
¿Que te has casado? ¡Buena suerte!
Vive cien años contenta
y a la hora de la muerte,
Dios no te lo tenga en cuenta.
Que si al pie de los altares
mi nombre se te borró,
por la gloria de mi madre
que no te guardo rencor.
Porque sin ser tu marido,
ni tu novio, ni tu amante,
yo fui quien más te ha querido,
y con eso, tengo bastante.

* * *

—¿Qué tiene el niño, Malena?
Que anda como trastornao,
tiene la carilla de pena
y el colorcillo quebrao.
Y ya no juega a la tropa,
ni tira piedras al río,
ni se destroza la ropa
subiéndose a coger niós.
¿No te parece a ti extraño,
no ves una cosa rara
que un chaval de doce años
lleve tan triste la cara?
Mira que soy perro viejo
y estás demasiado tranquila.
¿Quieres que te dé un consejo?
Vigila, mujer, ¡vigila!

Y fueron dos centinelas
los ojitos de mi mare.
—Cuando sale de la escuela
se va pa los olivares.
—Y ¿qué buscas allí? —Una niña,
tendrá el mismo tiempo que él.
José Miguel, no le riñas,
que está empezando a querer.
Mi pare encendió un pitillo,
se enteró bien de tu nombre,
te regaló unos zarzillos
y a mí un pantalón de hombre.

Yo no te dije «te adoro»
pero amarré en tu barcón
mi laso de seda y oro
de primera comunión.
Y tú, fina y orgullosa,
me ofrecisté en recompensa
dos cintas color de rosa
que engalanaban tus trenzas.
—Voy a misa con mis primos.
—Bueno, te veré en la hermita.
Y qué serios nos pusimos
al darte el agua bendita.
Más luego en el campanario,
cuando rompimos a hablar:
—Dice mi tita Rosario
que la cigüeña es sagrá,
y el colorín, y la fuente,
y las flores, y el rocío,
y aquel torito valiente
que está bebiendo en el río;
y el bronce de esta campana,
y el romero de los montes,
y aquella línea lejana
que la llaman... ¡horizonte!
¡Tó es sagrao: tierra y cielo
porque así lo quiso Dios!
¿Qué, te gusta más, tu pelo?
¡Qué bonito me salió!
—Pues y tu boca, y tus brazos,
y tus manos redonditas,
y tus pies fingiendo el paso
de las palomas zuritas?
Con la pureza de un copo
de nieve te comparé;
te revestí de piropos
de la cabeza a los pies.
y a la vuelta te hice un ramo
de pitiminí, precioso
y luego nos retratamos
en las agüitas de un pozo.
Y hablando de estas pamplinas
que inventan las criaturas,
llegamos hasta tu esquina
cogiós por la cintura.
Yo te pregunté: —¿En qué piensas?
Tú dijiste: —En darte un beso-.
Y yo sentí una vergüenza,
que me caló hasta los huesos.
De noche, muertos de luna,
nos vimos por la ventana.
—¡Chssss! Mi hermaniyo está en la cuna,
le estoy cantando una nana.

«Quítate de la esquina,
chiquillo loco,
que mi mare no quiere
ni yo tampoco».

Y mientras tú cantabas
yo, inocente pensé
que nos casaba la luna
como a marío y mujer.

¡Pamplinas! ¡Figuraciones
qué se inventan los chavales!
Después la vida se impone:
tanto tienes, tanto vales;
por eso, yo al enterarme
que llevas un mes casá,
no dije que iba a matarme,
sino que me daba igual.
Más como es rico tu dueño,
te vendo esta profecía:
tú, por la noche, entre sueños
soñarás que me querías,
y recordarás la tarde
que mi boca te besó
y te llamarás «¡cobarde!»
como te llamo yo.
Y verás, sueña que sueña,
que me morí siendo chico
y se llevó la cigüeña
mi corazón en su pico.
Pensarás: «no es cierto ná,
yo sé que estoy soñando»;
pero allá en la madrugada
te despertarás llorando,
por él que no es tu marío,
ni tu novio, ni tu amante,
sino él que más te ha querido.
y con eso, tengo bastante.
Por lo demás, tó se orvía.
Verás cómo Dios te manda
un hijo como una estrella;
avísame de seguía,
me servirá de alegría
cantarle la nana aquella:

«Quítate de la esquina,
chiquillo loco,
que mi mare no quiere,
ni yo tampoco».

Pensarás: «no es cierto ná,
yo sé que lo estoy soñando».
Pero allá en la madrugá
te despertarás llorando.

Porque sin ser tu marío,
ni tu novio, ni tu amante,
yo soy... quien más te ha querio...
¡Y con eso, tengo bastante!





Pulsay

sábado, 1 de septiembre de 2012

Antonio Gala - Soneto de La Luna...



Antonio Gala - Soneto de la luna


La luna nos buscó desde su almena,
cantó la acequia, palpitó el olivo.
Mi corazón, intrépido y cautivo,
tendió las manos, fiel a tu cadena.

Qué sábanas de yerba y luna llena
envolvieron el acto decisivo.
Qué mediodía sudoroso y vivo
enjalbegó la noche de azucena.

Por las esquinas verdes del encuentro
las caricias, ansiosas, se perdían
como en una espesura, cuerpo adentro.

Dios y sus cosas nos reconocían.
De nuevo giró el mundo, y en su centro
dos bocas, una a otra, se bebían.



Kathara14

Gustavo Adolfo Bécquer - Rima XVII



RIMA XVII

Hoy la tierra y los cielos me sonríen,
hoy llega al fondo de mi alma el sol,
hoy la he visto... La he visto y me ha mirado...
¡Hoy creo en Dios!


poetasandaluces