domingo, 19 de julio de 2009

Gustavo Adolfo Bécquer - A Elisa


Gustavo Adolfo Bécquer - A Elisa

Para que los leas
con tus ojos grises,
para que los cantes
con tu clara voz,
para que se llene
de emoción tu pecho
hice mis versos yo.

Para que encuentres
en tu pecho asilo
y le des juventud,
vida, calor,
tres cosas que yo
no puedo darles,
hice mis versos yo.

Para hacerte gozar
con mi alegría,
para que sufras tú
con mi dolor,
para que sientas
palpitar mi vida,
hice mis versos yo.

Para poder poner
ante tus plantas
la ofrenda de mi vida
y de mi amor,
con alma, sueños rotos,
risas, lágrimas
hice mis versos yo.



poetasandaluces

jueves, 16 de julio de 2009

Pablo Neruda - Para mi corazón...



Pablo Neruda - Para mi corazón... (Poema 12)

Para mi corazón basta tu pecho,
para tu libertad bastan mis alas.
Desde mi boca llegará hasta el cielo
lo que estaba dormido sobre tu alma.


Es en ti la ilusión de cada día.
Llegas como el rocío a las corolas.
Socavas el horizonte con tu ausencia.
Eternamente en fuga como la ola.


He dicho que cantabas en el viento
como los pinos y como los mástiles.
Como ellos eres alta y taciturna.
Y entristeces de pronto, como un viaje.


Acogedora como un viejo camino.
Te pueblan ecos y voces nostálgicas.
Yo desperté y a veces emigran y huyen
pájaros que dormían en tu alma.




Vicente Monera

sábado, 11 de julio de 2009

Gustavo Adolfo Bécquer - Su mano entre mis manos


Gustavo Adolfo Bécquer - Su mano entre mis manos

Su mano entre mis manos,
sus ojos en mis ojos,
la amorosa cabeza
apoyada en mi hombro,
Dios sabe cuántas veces
con paso perezoso
hemos vagado juntos
bajo los altos olmos
que de su casa prestan
misterio y sombra al pórtico.

Y ayer... un año apenas,
pasado como un soplo,
con qué exquisita gracia,
con qué admirable aplomo,
me dijo al presentarnos
un amigo oficioso:

«Creo que en alguna parte
he visto a usted.» ¡Ah bobos,
que sois de los salones
comadres de buen tono
y andabais allí a caza
de galantes embrollos,
qué historía habéis perdido,
qué manjar tan sabroso
para ser devorado
sotto voce en un corro,
detrás del abanico
de plumas y de oro!.

¡Discreta y casta luna,
copudos y altos olmos,
paredes de su casa,
umbrales de su pórtico,
callad, y que en secreto
no salga con vosotros!.

Callad; que por mi parte
yo lo he olvidado todo;
y ella... ella, no hay máscara
semejante a su rostro.




Vicente Monera

miércoles, 8 de julio de 2009

José Hierro - Las Nubes

Poema Las Nubes de José Hierro.

Inútilmente interrogas.
Tus ojos miran al cielo.
Buscas detrás de las nubes,
huellas que se llevó el viento.

Buscas las manos calientes,
los rostros de los que fueron,
el círculo donde yerran
tocando sus instrumentos.

Nubes que eran ritmo, canto
sin final y sin comienzo,
campanas de espumas pálidas
volteando su secreto.

Palmas de mármol, criaturas
girando al compás del tiempo,
imitándole la vida
su perpetuo movimiento.

Inútilmente interrogas
desde tus párpados ciegos.
¿Qué haces mirando a las nubes,
José Hierro?

De “Cuanto sé de mí” 1957-1959




Vicente Monera

viernes, 3 de julio de 2009

Pablo Neruda - Poema 20

Pablo Neruda - Poema 20

Poema 20... Puedo escribir los versos más tristes está noche...

Puedo escribir los versos más tristes está noche.
Escribir, por ejemplo: «La noche esta estrellada y tiritan, azules, los astros, a lo lejos».

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.




Vicente Monera

miércoles, 1 de julio de 2009

Rafael Alberti - La Húngara


Hoy os traigo, un poema cortito, pero muy lindo, de Rafael Alberti, no lo conocía, la verdad, en la red no lo he encontrado, o bien he buscado mal, por lo que no lo escribo, podría ir a la biblioteca, pero hace mucho calor y estoy vaga, y como en casa tengo muchos libros, nada que estoy perezosa y no voy... hala, como estamos aquí en petite comité, jeje, visionar el vídeo y espero que digáis como yo:

- Olé, olé, oléeeeeeeeeee... En mi argot, miau, miau, requete miau!

GRACIAS VICENTE MONERA.



Vicente Monera